Osteosíntesis
La osteosíntesis es un tratamiento quirúrgico de fracturas, en el que éstas son reducidas y
fijadas en forma estable. Para ello se utiliza la implantación de diferentes dispositivos tales como
placas, clavos, tornillos, alambre, agujas y pines, entre otros. Inicialmente
estos implantes estaban fabricados de acero de grado
médico, pero al ir evolucionando se han sumado otros materiales más
biocompatibles como aleaciones de titanio y polímeros bioabsorbibles como el PLLA (polímero
de ácido poliláctico).
Objetivo
Revisar
la evaluación del tratamiento de fracturas del esqueleto apendicular a través
de una puesta al día de los elementos de fijación empleados, describiendo
además los grupos genéricos utilizados para fijarlas y estabilizarlas. Daremos
también algunas pautas para elaborar el informe radiológico.
La
evaluación de las intervenciones traumatológicas no es tarea fácil, dado que
generalmente no conocemos el arsenal quirúrgico utilizado, sus indicaciones,
principios biomecánicos y complicaciones derivadas de su uso. Es necesario, por tanto, conocerlos, especialmente los
usados en nuestros lugares de trabajo, y saber qué parámetros debemos evaluar
para un mejor informe radiológico.
Elementos utilizados en el tratamiento cerrado u
ortopédico.
Su
objetivo principal es promover la formación de callo externo, estimulándolo con
recuperación precoz de la actividad muscular, del movimiento articular y
transmisión de carga. La fractura se reduce, estabiliza e inmoviliza mediante
maniobras externas al foco, sin alteración del flujo sanguíneo.
La
estabilidad mecánica se alcanza por lo general entre 6 y 18 semanas, después de
lo cual la reparación ósea continúa por formación de callo intramedular y
remodelación a lo largo de las líneas de estrés(1,2). Es habitual
que los métodos ortopédicos sean de recuperación más lenta en cuanto a
liberación de movilidad y carga axial.
Los
principales métodos de tratamientos cerrados de fracturas son los yesos de todo
tipo y los aparatos de tracción.
Los
yesos utilizan, para mantener las fracturas reducidas en posición, el principio
del cilindro hidráulico en donde su forma y rigidez relativa mantienen la
longitud y el alineamiento, funcionando como un cilindro que resiste el edema y
la deformación
Elementos de fijación externa
Consisten
de alambres o agujas colocados en el hueso por encima y debajo del foco de
fractura y unidos entre sí por barras verticales. Existen tres tipos: 1) El
estándar uniplanar. 2) Fijadores híbridos, que son una combinación de dos
uniplanares o un uniplanar y un anular fijados al hueso con púas
transfixiantes, y dependen de los modelos disponibles en el mercado. 3) Fijador
anular, del cual uno de los más conocidos es el Ilizarov, que forma una especie de exoesqueleto
que circunda al hueso; está compuesto de marcos circulares fijos con alambres
unidos entre sí por barras verticales. Funcionan sobre la base del principio
biomecánico de la compresión externa y están diseñados para resistir el estrés
cizallante y permitir la movilidad y carga fisiológica precoz estimulando el
proceso de cicatrización secundario
La
fijación interna requiere la exposición quirúrgica del foco de fractura,
reducción abierta de los fragmentos y colocación de un elemento mecánico para
mantener la reducción hasta la cicatrización completa. Tiene la ventaja de
producir un alto grado de estabilidad mecánica, siendo su desventaja el trauma
quirúrgico asociado.
Los
innumerables elementos de fijación interna se pueden dividir en unos pocos
grupos: A) Golillas y grapas. B) Púas y agujas. C) Alambres. D) Tornillos. E)
Placas. F) Clavos intramedulares.
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